Un mal día lo tiene cualquiera y hoy me ha tocado a mí. Así que me ha tocado seguir el consejo que tantas veces he dado, y tras empezar la jornada de hoy y recorrer diez kilómetros, al llegar a Silleda he tenido que parar y descansar el resto del día.
Le debo al Santo 18 kilómetros, y espero recuperarme lo suficiente para poder llegar mañana a Santiago sin más contratiempos.
Animo.. el santo no se va a mover.
ResponderEliminarCierto, allí estaba...
EliminarAnimo que ahora es un paseo.
ResponderEliminarMuchas gracias
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPara cuando el final de la crónica??
ResponderEliminarLo habrá, espero que este fin de semana lo tenga terminado.
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