miércoles, 3 de septiembre de 2014

Día 20 Oseira - A Laxe

Todavía era noche cerrada al salir del albergue. Es increíble lo que han acortado los días que al principio saliendo a las siete como hoy no era necesario encender el frontal para ver.

He de volver a la ruta "oficial" del Camino y para ello es necesario salir del valle en el que se encuentra el Monasterio. Se hace esto por un sendero casi montañero sobre grandes piedras y canales de agua con piedras sueltas. 


Prácticamente al salir del valle para iniciar el descenso a la N-525, inseparable compañera en el Sanabrés, como la N-120 lo es en el Francés, encontramos un monolito indicando que Santiago de Compostela empieza a estar cerca. 

Al llegar a Castro Dozón, la variante de Oseira se fusiona de nuevo con el recorrido programado y empiezo a ver de nuevo los tradicionales mojones con la baldosa con la vieira. Algunas guías se empeñan en poner de referencia estos mojones con el kilometraje que deberían llevar marcado cuando haces años que lo arrancaron. 


A este lado del valle, la niebla me rodea y durante la mayor parte del recorrido apenas puedo ver unas decenas de metros más adelante de dónde estoy pisando. Con la niebla viene una bajada de temperatura de unos diez grados.


El cuerpo empieza a estar agotado y protestar de todas las maneras posibles. El esfuerzo físico ha sido importante y el calor de los últimos días han dejado su marca y su aviso. La previsión para los próximos días parece que será benévola como hoy, por contra, tocará lidiar con mucho más asfalto.

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