miércoles, 21 de agosto de 2013

Jornada 3. Arrés - Ruesta

Uno de los problemas que me estoy encontrando es que al escribir esto a media tarde, me dejo por comentar algunas cosas importantes, porque pasan después de redactar esta breve crónica, o porque me olvido. Son tantas las cosas que ocurren que es muy complicado extraer dos o tres detalles para compartirlos.

Por ello no quiero dejar pasar  que la cena comunitaria ayer en el albergue de Arrés fue espectacular, precedida de un gran anochecer (gracias Patxi) en la roca del pueblo junto con todos los peregrinos que hicimos noche en el albergue. El trabajo de los hospitaleros voluntarios, Manuel y Juan, (Nieves el 15 de agosto hubo cambio de hospitaleros) es fantástico al hacer de la acogida a los peregrinos un auténtico placer. 


Sigamos con el día de hoy, una etapa larga, y con una de las pesadillas del caminante, un largo tramo de carretera bajo un sol de justicia casi llegando a Ruesta. Los pies se recuecen en la bota y, normalmente, al caminar junto a la cuneta andas forzando un poco el pie izquierdo.

Para concluir, después de lo que costó el final de la etapa de ayer, hoy he acabado mucho mejor, el cuerpo se va acostumbrando al tute que le estoy dando y me voy sintiendo más cómodo andando con las zapatillas. Les queda por pasar la prueba de fuego de la lluvia. 

2 comentarios:

  1. holaaaaa... si, es cierto, ya nos dijeron las hospitaleras que estaban que se iban y venian otros.. pero el espiritu del albergue de Arrés creo que sigue siendo el mismo... un espiritu de compañerismo, solidaridad, etc... esta etapa la tengo pendiente de hacer (Arrés-Ruesta), puesto que se puso mal una compañera y yo tampoco andaba fina, y opté por quedarme con ella e ir a Ruesta con el taxi, para continuar desde alli, un dia de esos la haremos las dos... sé que fue muy duro, pues era la etapa más larga, y con mucho sol... pero aún así, te vas acostumbrando!!! a seguir caminando hacia delante!!!! ahora a por Sanguesa!!! un abrazo!!

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  2. Sé lo que dices de esforzar el pie izquierdo, ya que hice una ruptura por esfuerzo de los ligamientos cuando fui a Fatima, y sólo fueran 4 días de camino.
    Fuerza mi amigo.
    Nunca estarás sólo. Siempre tendrás 2 compañeros mas: Diós y Santiago.

    Me encanta el siguiente texto:

    Huellas en la arena:

    Anoche tuve un sueño, soñé que estaba caminando en la playa con el Señor, y a través del cielo pasaban escenas de mi vida. Por cada escena que pasaba, percibí que pasaban dos pares de pisadas en la arena. Una era la mía y la otra del Señor. Cuando la última escena de mi vida pasó delante nuestro miré hacia atrás, hacia las pisadas en la arena, y noté que muchas veces en el camino de mi vida había un sólo par de pisadas en la arena. Noté también que esto sucedía en los momentos más difíciles y angustiosos de mi vivir.

    Esto realmente me perturbó, y pregunté al Señor, tú me dijiste cuando yo resolví seguirte que andarías siempre conmigo, todo el camino, y sin embargo ví que en los peores momentos de mi vida, había un sólo par de pisadas. No comprendo por qué me abandonaste, Señor, cuando yo más te necesitaba...

    y el Señor me respondió: Mi querido hijo, yo te amo, y jamás te dejaría en los momentos de sufrimiento. Cuando viste en la arena, sólo un par de pisadas, fue justamente allí cuando yo te cargué en mis brazos.

    Un grande abrazo mi amigo

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