Tenía muchas ganas de volver al albergue de Bercianos. Es el primer albergue en el que hice noche la primera vez que vine al Camino de Santiago allá por el año 2004. Se aprecia que han mejorado mucho el albergue, sustituido los camastros por literas, reconstruido una habitación. Pero aún así, el espíritu de voluntariado se aprecia nada más entrar.
Aquí las normas son básicas, donativo, cena y desayuno comunitario, nada de despertarse antes de las seis con salida del albergue a las ocho y luces fuera a las diez. Desde mi humilde punto de vista, un gran albergue, si cuenta con la colaboración de los peregrinos.
El cielo nos amenazó lluvia por segundo día consecutivo, pero no hizo más que traer algunas gotas el viento cuando entrábamos en Sahagún.
Tocó despedirse una vez más de los que seguían un poco más para llegar mañana a León. Definitivamente la vida del peregrino de largo recorrido consiste en conocer gente nueva y despedirse de grandes amigos casi a diario.
Así que, dedicado a todos los amigos pasados, presentes y futuros del Camino: http://youtu.be/gQLtCoh5EaI
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