domingo, 22 de septiembre de 2013

Jornada 35. Santiago de Compostela - Negreira

Tras compartir un gran día con el Apóstol y parte de la noche con los peregrinos que hoy han vuelto a sus lugares de origen, iniciamos con la mañana ya avanzada el asalto al fin de la tierra. 

No podíamos haber elegido mejor día para empezar a andar a las once. Tres horas más tarde estábamos a treinta y cinco grados y bajo un sol de justicia en el día más caluroso de todos los que llevamos en el Camino. 

Santiago queda atrás, y muchas emociones acumuladas durante tantos días de Camino, la Misa del Peregrino, la tumba del Apóstol, el abrazo al Santo, recoger la Compostela, saludar por la calle a peregrinos que llevabas días sin ver, despedirte de los que se van, brindar por un gran Camino, recordar anécdotas, noches llenas de ronquidos.

Cambiamos todo aquello por un ambiente más tranquilo, alejado del volumen de peregrinos de los últimos días y que me recuerda a aquellos días iniciales por Huesca y Zaragoza. Es probable que venga bien despejarse con unos días más caminando en buena compañía y desconectando del bullicio de los últimos cien kilómetros. 


Y hoy, para terminar, y como me han empezado a llegar convocatorias a mi correo para reuniones varias de vuelta a la oficina, una canción sobre septiembre: http://youtu.be/k70NhRPXzpI

1 comentario:

  1. Veo que sigues hasta Finisterre. Bien, bien. Me alegro.
    Notaré algo a faltar cuando deje de leer tus impresiones sobre cómo ha ido el día.
    Saludos y Buen Camino.

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