martes, 24 de septiembre de 2013

Jornada 37 O Logoso - Finisterre

Si todo va bien, esta será mi penúltima entrada del Camino de 2013, y para variar he querido hacerla ya con la luz del albergue apagada, metido en mi saco y con la serenata de ronquidos como música de fondo. 

Por fin nos ha llovido, y como ocurre en estos casos, se ha abierto el grifo y no tiene pinta de que vaya a parar. Nos ha tocado recorrer el camino entre Cee y Finisterre, subida al faro incluida bajo la lluvia. Supongo que es lo que le faltaba a este viaje. 

Grandes casualidades de la vida, al llegar al albergue de Finisterre nos hemos encontrado con un montón de viejos conocidos, a los que en su mayoría no veíamos desde León. Ha sido uno de esos momentos mágicos del Camino. 

Y con todos ellos hemos compartido un día lleno de anécdotas, recuerdos, risas y planes de volvernos a ver en un futuro no muy lejano en el que nuestros caminos se vuelvan a cruzar. 

Mañana empezaré a caminar solo por primera vez desde Terradillos de los Templarios. Aquel día me junté con Jane, con la que he caminado desde entonces y nos hemos convertido en grandes compañeros de caminatas. Y poco después llegó Jenna, para acompañarnos también hasta el fin de la tierra. Desde aquí mi homenaje a las dos. 

Más tarde se formó un grupo fantástico de peregrinos que poco a poco se ha ido disolviendo conforme todos iban terminando su particular Camino. Espero mantener la amistad con cada uno de ellos. 

Hoy mientras caminábamos hacia Cee, hemos estado compartiendo música, y me ha gustado recordar esta canción: http://youtu.be/khrx-zrG460

1 comentario:

  1. Que fotos más bonitas... qué camino más lleno de ... alegría, silencio, ruido, cansancio, fuerza, amistad... tantas cosas... ya te queda poco!!!! y tus zapas siguen aguantando??? jejejeje... además con lluvia!! uf

    ResponderEliminar